Rec. de la semana IV: “Once in a very blue moon” de Nanci Griffith

Con esta recomendación vuelvo a mis orígines Smiley Nanci Griffith es un referente absoluto en mi música, y de esos músicos con los que has aprendido a tocar la guitarra con sus canciones.

Este disco es uno de los primeros de su carrera, del año ‘85, así que hace ya 20 años desde su publicación. Fue su primer disco editado por una compañía que podía vender a todo Estados Unidos, así que representa un paso importante en su consodilación como músico profesional. Nanci Griffith es de esos músicos que, quizá no son superventas ni genios universalmente aclamados, pero tienen ese “toque tan especial” que los hace unos “secundarios fabulosos” (que no secundones) dentro del panorama musical.

Este es un disco eminentemente folk-country, lleno de instrumentos como dobros, violines, guitarras,banjos y mandolinas y lleno de melodías melancólicas y lentas. En algún sitio he leído que es “country progresivo”, clasificación que no entiendo muy bien a qué se refiere. Lo digo porque es el disco ideal para escucharlo con detenimiento, dando importancia a los detalles y aprendiendo algo nuevo cada vez que lo escuchas.

La canción que da título al disco, “Once in a very blue moon”, es una de las destacadas. El autor es Pat Alger, un gran compositor y ha sido interpretada por bastantes cantantes y se ha convertido en un mini-standard dentro de la música country (lo cual es bastante habitual dentro del mundillo country). Para mí siempre será una canción especial, ya que es de las poquitas poquitas que he tocado en público, acompañando a mi madre. (Apunte nostálgico Smiley )

Hay otras versiones dentro del disco, entre las que me gustaría destacar “Roseville Fair”, una pequeña canción de amor hecha “como de toda la vida” y “Ballad of Robin Winter-Smith”, sobre la muerte real de un acróbata de esos que saltan en moto sobre tropotocientos coches. Esta es una canción curiosa, con un toque irónico y de humor negro sobre este tema, que es francamente original:

I make a livin’ a-playin’ these songs and I hang out in bars
I play my guitar … oh, but honey, I don’t jump over cars

En las composiciones de Nanci Griffith encontramos muchas pinceladas muy recurrentes en su obra, como los viajes (“I’m Not Drivin’ These Wheels (Bring The Prose To The Wheel)”) y lugares como metáforas o como vehículos para expresar sentimientos, siendo muy recurrentes la zona sur de los USA (“Year down in New Orleans”), lo que hace pensar en la de kilómetros que se habrá hecho la pobre; reflexiones sobre el amor (“Love is a hard waltz” o “Time alone”),  e ideas políticas, muchas veces “por sorpresa”. “Ghost in the music” es una canción con mucho “tomate”, densa y llena de sentido:

Foreign father… American son, father see what your son has done

He’s torn up the mountains
And reshaped the plains
The dreams he dreams aren’t the same

En “Love is a hard waltz” se dice:

I know women who gather for the hatred of men

their eyes are as closed as the blind Ku Klux Klan

No me imagino a mucha gente incluyendo una línea sobre el Ku Klux Klan en una canción sobre el amor…

Una canción que me gusta mucho es “Mary & Omie”, sobre el deseo de escapar de el lugar donde uno ha nacido, para luego echarlo de menos. Pero está tratado con mucha amabilidad, con una gran felicidad y también trata sobre una pareja que es feliz.

El disco termina con “Spin on the brick floor”, que es un homenaje a un club de música en Houston. De nuevo, una canción sobre el viaje interminable y el deseo de regresar a casa, aunque esta vez está tratado de modo mucho más animado.

En resumen, un disco estupendo, de esos que te pueden acompañar toda la vida en tu propio viaje interminable…

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: